lunes, 8 de julio de 2013
EXITO ASU MARE
¿A qué se debe el tremendo éxito de “¡Asu mare!”, de Carlos Alcántara y Tondero Films, que anuncia ser la película más taquillera de todos los tiempos en el Perú? ¿Es repetible este fenómeno? Para responder a ambas preguntas utilizaremos un esquema básico de análisis de márketing que señala que para que un producto tenga éxito la gente debe conocerlo, luego quererlo y, finalmente, tener la posibilidad de comprarlo. Veamos.
Por el lado del conocimiento, ayudó mucho que Carlos Alcántara sea un personaje muy famoso. Desde su Machín en “Patacláun”, hasta su participación como jurado en shows musicales, pasando por su presencia en diversos comerciales, todos sabían quién era el protagonista. Igual sucedía con el título del filme (la marca, diríamos nosotros), pues “¡Asu mare!” fue un exitoso show unipersonal de Alcántara. Asimismo, una buena asociación de publicidad con marcas como Ambev, Inca Kola y Direc TV, más una gran cobertura de medios, lograron que todos supiéramos que esa película estaba por estrenarse.
A su popularidad se suma la excelente imagen del protagonista, como artista e individuo. Hay muchas personas conocidas en el Perú, pero pocas tienen esa imagen de persona confiable, sin dejar de ser pícara, que lo hace interesante para padres e hijos. Carlos Alcántara es querido por todos y además “se parece a mí”, por lo cual todos se identifican con su historia de éxito. Mejor aun, a diferencia de tantas películas peruanas con argumentos tristes, esta es una cinta divertida, que hace que la gente ría y se relaje, lo que es la esencia de la industria del entretenimiento. Y siendo la calidad visual muy bien cuidada, da gusto verla y, además, dan ganas de recomendarla, que es el mejor indicio de los buenos productos.
En tercer lugar, la película ha tenido la aceptación de muchos distribuidores, por lo que pudo exhibirse en decenas de salas de cine a la vez. Eso ha dado opción a que los cientos de miles de personas que quisieron verla tuvieran la posibilidad de hacerlo (comprando). A diferencia de varios buenos productos y filmes peruanos que fracasaron por falta de distribución, aquí el manejo de este aspecto comercial fue muy adecuado.
¿Pero, es este un caso fortuito, producto del alineamiento de algunos astros? No creemos que lo sea.
Por un lado, no es fortuito que las empresas hayan querido aliarse al proyecto de la película, que los cines se comprometieran a distribuirla y que la familia quiera asistir a verla. Detrás de ello estaba el capital personal de Carlos Alcántara, logrado con esfuerzo, profesionalismo y comportamiento confiable. Como pueden lograrlo otros.
Por otro lado, tampoco es fortuito el trabajo serio de sus productores y realizadores, Miguel Valladares y Tondero Producciones, que lejos de hacer una creación improvisada, pusieron orden, criterio y cuidado en los detalles.
Tuvimos la suerte de hacer los estudios de mercado para esta película y somos orgullosos testigos de que se buscó dar el mejor producto. Como lo debe hacer cualquier empresa, cultural o no, y como lo podrían hacer muchas empresas peruanas, si se lo proponen.
Por todo ello, estamos seguros de que historias de éxito, como la de “¡Asu mare!”, son perfectamente repetibles en nuestro país.
Por: Rolando Arellano
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